Flacidez facial tras pérdida de peso: por qué ocurre y cómo prevenirla
Perder peso mejora la salud y la autoestima, pero a veces los efectos no deseados aparecen en el espejo. La flacidez facial tras la pérdida de peso es un fenómeno frecuente que puede afectar la armonía y la expresión del rostro.
En nuestra clínica observamos cada vez más pacientes que, tras alcanzar su peso ideal, desean recuperar la firmeza y la vitalidad facial sin alterar sus rasgos naturales.
La buena noticia es que la medicina estética actual ofrece herramientas eficaces tanto para prevenir como para corregir estos cambios, siempre bajo supervisión médica y con un enfoque personalizado.
Por qué aparece la flacidez facial después de adelgazar
La piel es un tejido vivo que se adapta a los cambios de volumen corporal. Sin embargo, cuando la pérdida de peso es rápida o importante, puede no tener tiempo suficiente para retraerse. Este efecto se hace visible sobre todo en mejillas, cuello y línea mandibular.
Entre los factores implicados se encuentran:
Disminución del colágeno y la elastina, que aportan soporte y elasticidad.
Pérdida del tejido graso facial, especialmente en pómulos y sienes.
Menor tonicidad muscular, por déficit proteico o sedentarismo.
Cambios metabólicos y hormonales, que alteran la calidad de la piel.
Hábitos externos como el sol, el tabaco o la falta de hidratación.
El resultado suele ser un rostro más delgado, pero con aspecto cansado o envejecido, lo que popularmente se conoce como “cara de adelgazamiento”.
Prevención: la clave para conservar la armonía facial
En Clínica Alcolea consideramos que prevenir la flacidez facial es tan importante como lograr una pérdida de peso saludable.
Durante los tratamientos médicos de control del peso, conviene acompañar el proceso con cuidados que ayuden a conservar la estructura facial.
Algunas medidas recomendadas son:
Mantener una alimentación rica en proteínas y antioxidantes, que favorecen la síntesis de colágeno.
Usar fotoprotección diaria y mantener una buena hidratación cutánea.
Realizar tratamientos preventivos de estimulación dérmica, como la luz pulsada intensa (IPL), que reactiva los fibroblastos.
Consultar con un médico estético para evaluar la necesidad de bioestimulación o soporte tensor antes de que la flacidez sea visible.
Estas estrategias contribuyen a que la piel se adapte de forma gradual y mantenga la firmeza incluso tras cambios de peso significativos.
Tratamientos médicos para restaurar firmeza y definición
Cada persona presenta una combinación única de factores que influyen en la flacidez facial. Por eso el abordaje debe ser siempre personalizado.
En Clínica Alcolea contamos con diferentes tecnologías y técnicas médicas que pueden aplicarse por separado o de manera combinada, según el diagnóstico individual.
Láser CO₂ fraccional: regenerar desde el interior
El láser CO₂ fraccional estimula intensamente la producción de colágeno y mejora la textura cutánea.
Actúa en profundidad, provocando una renovación controlada del tejido que devuelve firmeza y luminosidad a la piel.
El Dr. Justo Alcolea ha participado en publicaciones científicas que avalan su eficacia en el rejuvenecimiento facial con esta tecnología.

Esquema de la técnica de hilos tensores con conos desarrollada por el Dr. Justo Miguel Alcolea López.
Luz Pulsada Intensa (IPL): activar el colágeno y la uniformidad
La IPL es un tratamiento no invasivo que reactiva la piel y mejora su densidad al estimular los fibroblastos.
Además, aporta un aspecto más uniforme y luminoso, ideal para mantener la piel firme tras un cambio de peso.
Inductores de colágeno y polinucleótidos
Estos tratamientos de bioestimulación dérmica actúan desde dentro para restaurar la densidad y elasticidad cutánea.
Favorecen la regeneración natural de la piel, sin alterar la expresión, y ofrecen resultados progresivos y duraderos.
Hilos tensores con conos: redefinir el óvalo facial
Los hilos tensores con conos son una opción avanzada para elevar y reposicionar los tejidos sin cirugía.
En Clínica Alcolea utilizamos la técnica de hilos rectos desarrollada por el Dr. Alcolea, cuya eficacia ha sido demostrada en un estudio clínico publicado en la Revista de la SEME.
Este método permite un anclaje más preciso y natural, ofreciendo resultados visibles y una mejoría sostenida en la calidad de la piel.
Flacidez facial: tratamientos combinados
Con frecuencia, el resultado más armónico se obtiene al combinar diferentes procedimientos.
Por ejemplo, un protocolo puede incluir láser CO₂ para la textura, inductores de colágeno para la firmeza y hilos tensores para la elevación.
El objetivo es actuar en todos los niveles del envejecimiento cutáneo para lograr una recuperación integral y natural.
La visión médica marca la diferencia
El tratamiento de la flacidez facial no puede abordarse como una simple cuestión estética.
Requiere conocimiento anatómico, experiencia clínica y la capacidad de evaluar el equilibrio entre piel, grasa, músculo y hueso.
Por eso es fundamental acudir a médicos con formación específica y experiencia en rejuvenecimiento facial y tecnologías láser.
En Clínica Alcolea, con casi cuarenta años de experiencia en medicina estética y láser, trabajamos con un enfoque médico, riguroso y personalizado.
Nuestro objetivo no es cambiar un rostro, sino devolverle su armonía, bienestar y vitalidad natural, fieles a nuestra filosofía de Armonía, Bienestar y Ciencia.
Adelgazar no tiene por qué significar perder juventud en el rostro.
Con una orientación médica adecuada y tratamientos que estimulen la regeneración natural de la piel, es posible mantener la firmeza y la frescura facial a cualquier edad.En Clínica Alcolea acompañamos a cada paciente en su proceso, cuidando tanto su salud como su belleza, con ciencia, experiencia y sensibilidad estética.


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